abril 21, 2021
Kmilo Noa

Influencers dentro de Cuba, tendencia y tecnología

Las redes sociales tienen un alto impacto en la sociedad actual, definen tendencias, estilos de vida, influyen en la política e incluso son capaces de cambiar el curso de elecciones presidenciales. Cuba ha llegado tarde a este fenómeno, no fue hasta 2013 que los cubanos comenzaron a tener acceso de manera privada a internet con la puesta en marcha de las primeras salas de navegación[1] y zonas de acceso público a redes Wi-Fi en junio de 2015[2]. Luego con la implementación en diciembre de 2018 del acceso a través de la red datos móviles, el número de usuarios incrementó a más de 7 millones.[3]

Dentro de esta cifra destacan personas que, desde un estatus popular han tomado las redes sociales como plataforma para promover su marca personal. Así surgen los influencers cubanos, un gremio  que se encuentra en pleno apogeo dentro de la isla.

Dentro de la isla

Para entender este fenómeno, primeramente debemos definir qué es un influencer de manera global. Los influencers o influenciadores, son personas con habilidades comunicativas capaces de generar cambios de pensamiento y marcar tendencias o estilos dentro del público que les sigue e interactúa con ellos.

La realidad cubana no está muy lejos del mundo en general, con el auge del trabajo por cuenta propia, pequeños negocios se han servido del marketing de influencers para vender su marca en las redes sociales. Ejemplos como Bajanda, una aplicación de taxis que opera en la ciudad de La Habana y All in Jerseys una tienda de ropa deportiva con mercado enfocado en la isla apuestan por colaborar con influencers para realizar sus campañas publicitarias.

Estas marcas se sirven de publicaciones en los perfiles de los influencers con mayor posicionamiento y número de seguidores que acceden desde Cuba a las redes sociales, quienes a su vez son el público que persiguen para vender sus productos y servicios.

Las publicaciones o posts consisten en una presentación de la marca mediante el uso en prendas de vestir o acciones relacionadas con el producto en cuestión, de manera que atraiga posibles clientes de una manera natural e indirecta.

Las personas que se dedican a esta actividad en las redes sociales dentro de Cuba se podrían dividir en dos grupos; quienes ya habían alcanzado un estatus de popularidad como artistas, deportistas, modelos, etc y jóvenes que después de la apertura de la isla a internet han aprovechado esta tecnología para asumir el rol de influencer gracias a su carisma y otros rasgos relacionados con la belleza física y la moda.

Entre los más populares del segundo grupo se encuentra el youtuber Pedrito el Paketero con casi doscientos mil seguidores, seguido por Frank Camallerys quien suma más de cien mil seguidores en YouTube y tiene presencia además en Twitter e Instagram, otras como Anita con swing, Dinastars y Miloh de Cuba, también suman miles de seguidores y ocupan YouTube e Instagram como plataformas principales y, la red social de microblogging Twitter para mantener un contacto más cercano con sus seguidores.

El contenido que usualmente publican corresponde a videos blogs (vlogs) en su mayoría dedicados a reflejar la realidad cubana, como es el caso de Anita con swing, Pedrito el Paketero y Camallerys quienes elaboran sus videos a partir de experiencias personales y viajes a lugares y sitios de interés dentro de la isla, brindando a sus seguidores opiniones y recomendaciones sobre los sitios que visitan. Por otra parte Dinastars y Miloh realizan contenido de farándula, tutoriales de belleza y retos virales en YouTube, a la par que ocupan Instagram con fotografías e historias relacionadas con la moda y colaboraciones con marcas cubanas.

Existen otros influencers dentro de la isla cuyo contenido está enfocado a segmentos de público más específicos, tales son los casos de Erich García Cruz, un youtuber y emprendedor tecnológico con su canal Bachecubano y Daguito Valdés, presentador de un canal de análisis deportivo nombrado Yo hablo fútbol. En estos casos, ellos también realizan colaboraciones con marcas y emprendimientos afines al contenido que comparten y al público que les sigue.

Los retos y dificultades

La monetización de contenido, forma de pago que habitualmente utilizan para percibir ganancias por su actividad en las redes sociales, es quizá el mayor problema que tengan que enfrentar los influencers en Cuba. Debido a las restricciones que impone el Embargo y otras sanciones económicas de Estados Unidos a la isla, los creadores de contenido cubanos están imposibilitados de obtener ganancias por los canales habituales de las plataformas que ocupan, por lo tanto deben buscar alternativas de cobro tales como representantes que puedan administrar sus cuentas en el exterior y efectuar el cobro de sus ganancias.

Otra de las alternativas más utilizadas es la publicidad directa, en la que hacen uso de una marca (o mención de esta) en sus publicaciones y obtienen pagos directos. Aunque es la vía más expedita para percibir ganancias, apenas cubre con los gastos de producción necesarios para generar el contenido y esto se debe a que las características del mercado dentro de Cuba tampoco permiten a las marcas lograr mantener un presupuesto destinado a marketing. Muchas veces los pequeños negocios, sobre todo las nuevas startups digitales se ven obligados a pagar poco o nada por concepto de marketing de influencer.

Visión de futuro

Con la llegada a la Casa Blanca del nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden las esperanzas de un acercamiento entre las dos naciones también están en la mira de los influencers cubanos. La reanudación del deshielo iniciado por la administración del ex-presidente Barack Obama y el gobierno cubano en diciembre de 2017, los beneficiaría de manera significativa ya que empresas que hoy ven afectadas sus posibilidades de negocios en Cuba, podrían servirse del trabajo de los influencers para llegar a su mercado dentro de la isla. De igual forma los emprendimientos cubanos y las futuras pequeñas y medianas empresas estarían llegando al público que los sigue en el exterior.

El futuro de este sector también dependerá de cuanto más se abra Cuba al mundo y de que exista un cambio en las políticas que la sancionan tecnológica y económicamente. Mientras tanto, aún cuando las dificultades no son pocas, cada vez son más los jóvenes que se atreven a iniciar esta carrera en redes sociales, algunos con más suerte que otros, pero siempre haciendo gala de esa capacidad de adaptación y emprendimiento que los distingue como cubanos. 

Kmilo Noa es escritor y entusiasta de la tecnología y la gestión social. Reside en Holguín, Cuba. Encuéntrelo en twitter @noakmilo

Ilustración por Wimar Vedercia Fuentes. Encuentralo en twitter @FuentesWimar.


[1] Salas de navegación en Cuba listas para acceso a Internet (Cubadebate, 2013)

[2] Wi-Fi en el ambiente (Juventud Rebelde, 2015)

[3] Informe Global Digital 2020: Cuba por primera vez por encima de la media mundial de penetración de internet (Cubadebate, 2020)

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